Alba vive sola en una isla. Cada día le llegan recuerdos que ella cuida. Los limpia y los pule para que no se desvanezcan. Pero un día algo es diferente.
¿La gente ya no sabe recordar?
Alba parte hacia la ciudad y escucha historias fascinantes sobre tartas de cerezas con nata irresistibles, primeros besos y gominolas con forma de serpiente…
Un libro ilustrado lleno de poesía sobre la importancia de los recuerdos y cómo estos nos convierten en quienes somos.