El sabor y el saber tienen el mismo origen: del verbo latino sapere se derivan sapor, «sabor característico de una cosa», y sapiens, «inteligente, sabio». Nuestro autor le aplica sabor y saber a este gozoso viaje por los orígenes de la gastronomía y la evolución de nuestras pasiones y costumbres culinarias. Para ello cataloga las clases de restaurantes o los tipos de cocineros, y reflexiona sobre el gusto o la glotonería «desde la noche de los tiempos, la humanidad ha oscilado entre la voracidad y la hambruna», entre otras muchas cosas. Todo a través de una escritura descarada y veloz, llena de juegos de palabras y humor que hacen de este Breve tratado cocinado a fuego lento un libro desenfadado, pero también erudito, con infinidad de referencias que enlazan la antropología, la filología, el amor por la cocina y el arte de una manera muy ocurrente. Un sabroso menú apto para todo tipo de lectores, desde los más tragones hasta los más sibaritas.