Tras Las infinitas vidas de Euclides, Benjamin Wardhaugh nos invita a un apasionante viaje por la historia de los números para descubrir como los seres humanos hemos aprendido a contar.
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Se supone que contar no es más que asignar cantidades a las realidades con las que tratamos, ya sean cosas, ideas o sensaciones. Una facultad aparentemente tan sencilla y cotidiana, que corremos el riesgo de no darnos cuenta de su enorme utilidad y excepcionalidad. ¿Por qué el ser humano es la única especie del planeta capaz de hacerlo? ¿Cuál es el origen del cálculo? ¿Todos los seres humanos cuentan (y han contado) siempre y de la misma manera?
Estas y otras preguntas son las que llevaron al prestigioso matemático Benjamin Wardhaugh a iniciar un fascinante recorrido por la historia y la geografía de los cincos continentes para explorar las distintas formas en las que los seres humanos hemos aprendido a contar. Desde los fabricantes de collares de cuentas en el África de la Edad de Piedra, a los reyes asirios, la «contracultura» filosófica de la Atenas clásica, los campesinos chinos y los comerciantes papúes, Wardaugh construye una maravilloso mosaico sobre cómo hemos intentado ordenar un mundo desordenado con la ayuda de los números. Un fascinante ensayo, a medio camino entre las matemáticas, la historia y la antropología, para descubrir una de esas facultades que nos distinguen como humanos.
¿A qué responde este libro?
- ¿Por qué la humanidad tiene la necesidad de contar?
- Contar como una especificidad cultural de cada sociedad.
- Los símbolos contables en las diferentes sociedades de la humanidad.
- La manera en la que cada sociedad cuenta es un reflejo de su forma de ser.
- El frenético cambio a raíz de la introducción de las máquinas de contar.