Vasili Grossman fue el primer verdadero disidente de la literatura soviética. Su decisiva obra, Vida y destino, expresa una concepción histórica, filosófica y teórica diametralmente opuesta a la ideología oficial. Pero su caso se distingue del de otros disidentes por dos motivos. El primero es que su libro, secuestrado por el KGB en 1960, sobrevivió sólo de milagro y no se publicó en Occidente hasta 1980, casi veinte años después de la muerte de su autor. El segundo es que Vida y destino es la obra de un hombre que durante años fue uno de los máximos representantes del realismo soviético. ¿Cómo se produjo esta metamorfosis, la transformación de un revolucionario fiel y convencido en adversario radical del poder soviético? Este ensayo de Shimon Márkish intenta responder a esta pregunta.