El príncipe Zaleski es un aristócrata ruso exiliado por misteriosos motivos en una mansión abandonada en tierras británicas. Resuelve intrincados misterios sin levantarse de su otomana, envuelto en una nube de hachís, custodiado por su descomunal criado, el negro Ham. Decadente y romántico, dotado de una extraña erudición, Zaleski es el detective que habrían creado Gautier, Wilde o Valle-Inclán si se hubieran visto llamados por el género policial. Salió de la pluma de M. P. Shiel (1865-1947), escritor heterogéneo e inclasificable, primer rey de la mítica isla de Redonda y asiduo a los terrenos del relato fantástico y la ficción científica.