Este libro está dedicado a las mujeres que han sentido el dolor de la invisibilidad, el miedo a los extraños, la tristeza de las habitaciones ajenas y la punzada y la vergüenza del trauma. Lo escribí porque mi dolor ya no me cabía en el cuerpo. Kate siempre me decía ?di la verdad?, y Mary, ?déjala ir?. En este libro he dicho la verdad y ahora la estoy dejando ir. Ahora es tuya?. Tan sincera como vulnerable, la dibujante Erin Williams se adentra en su pasado a través de un viaje de ida y vuelta en tren al trabajo en Nueva York plagado de flashbacks. Recuerda a sus parejas sexuales y sus luchas: las violaciones que sufrió, su batalla contra el alcoholismo y su difícil parto. Frágil e incómoda en su propia piel, explica cómo cruzó la línea en este retrato íntimo e impactante. ¿Hay que ser invisible para no ser un mero objeto a los ojos de los hombres? Los dibujos, en su mayoría en blanco y negro, son inquietantemente sobrios y poéticos. Brutal sin ser sombría, el ?memoir? gráfico de Erin Williams es ante todo la historia de un renacimiento. La joven se enamora, se queda embarazada, deja de beber,