Tras los dramáticos años que Sara Carrillo Gallo vivió durante la experiencia de la castradora enfermedad que su hijo Mario padeció y sufrió a partir de su primer año de vida, hasta que, después de parirlo en la Tierra, apenas con tres, quiso parirlo en el otro plano y hasta allí de su mano lo llevó; día a día fue escribiendo en un diario esta historia de supervivencia, Es una pasada tu vida, en la que tras ella, o te suicidas, como se ha dado en muchísimos casos, o buscas un resquicio para sobrevivir, da igual el que sea. En su caso, el amor por los suyos hizo que siguiera el camino de la vida.