El sol, la luna y la lluvia llevan semanas sin dejarse ver
por la selva y todo está envuelto en una larga noche.
Los animales del bosque amazónico -diurnos y nocturnos,
que corren, vuelan o nadan, que rugen o graznan-,
preocupados porque ya no reconocen su hogar,
emprenden un viaje para averiguar por qué no amanece.
El texto poético y el emotivo tratamiento del color en
Esperando el amanecer son las herramientas de las que
se sirve Fabiola Anchorena para desarrollar esta necesaria
llamada de atención ante la explotación y destrucción que
la Amazonia sufre desde hace décadas. Un álbum que también
nos invita a reflexionar sobre los incendios forestales,
un fenómeno que se ha acelerado en los últimos años
por los efectos del cambio climático y que desgraciadamente
se convierte en noticia cada verano.