Estamos en los años anteriores a la Revolución Francesa, concretamente en los disturbios de Gordon (los mayores en la historia de Inglaterra). William Blake, tras sumarse espontáneamente a una turba dispuesta a incendiar la ciudad, se siente eufórico. Los hechos parecen confirmar sus oscuras visiones e ideas. Un asustado Ed mund Burke, de quién el autor toma su rompedora teoría de lo sublime para situar el origen del terror moderno, se ve obligado a desenvainar su espada para así poder escapar. Londres está en llamas y el cantante Joe Strummer pone su banda sonora. A partir de ahí, desfilan movimientos de vanguardia (dadaístas, surrealistas y situacionistas), junto a revolucionarios jacobinos, punks, asesinos en serie, sociedades secretas o sectas apocalípticas.