Dentro de la crisis de biodiversidad que está sufriendo el planeta, la de los polinizadores se plantea como un grave problema contra el que hay que luchar desde diversos frentes. La creciente pérdida de estas especies, que son esenciales para preservar la biodiversidad y para nuestro propio bienestar, pone en riesgo la seguridad alimentaria, la salud humana y los esfuerzos por promover una agricultura sostenible. Además, muchos agricultores aún desconocen la importancia de conservar no solo los insectos domesticados que emplean en sus cultivos, sino también las especies silvestres. Esta obra aborda las causas y las consecuencias del declive de estas especies, los métodos para estudiarlas y las estrategias para promover su conservación. Su futuro, y el nuestro, está determinado por las acciones y decisiones que tomemos en los años y décadas siguientes.