Estos cuentos son tan inesperados como diferentes entre sí, unidos todos por ese placer de narrar que ha sido siempre el sello inconfundible de Morábito.¿Por qué es tan importante la hierba en los aeropuertos? ¿Se puede ser un copista extraordinario sin saber leer ni escribir? ¿Existen músicos que solo tocan una sola nota en su vida? Libros tras libro, los cuentos de Fabio Morábito se han hecho cada vez más radicales en su manera de mostrarnos que la imaginación no es gracioso atributo de la mente, sino tal vez la única manera de no sentirnos excluidos del mundo real. Con una prosa depurada de toda explicación innecesaria y adornos descriptivos, La sombra del mamut insiste una vez más en el principio rectos de la obra de Morábito: jugar limpio con el lector de estas historias como él lo hizo al escribirlas, abierto a cualquier rumbo que pudieran tomar sin importarles nada que no fuera una fuerte exigencia de estilo y economía. Por eso, estos cuentos son tan inesperados como diferentes entre sí, unidos todos por ese placer de narrar que ha sido siempre el sello inconfundible de Morábito.