Cuando uno es un crío sueña con futuros. El mío era muy parecido al que ahora se ha convertido en mi presente y que me ha acompañado en el pasado: quería escribir y he escrito. Quizá no de la forma exacta que de adolescente me imaginaba, pero también. Me he podido ganar la vida con ello y no creo que haya nada mejor en esta vida que poder dedicarla a lo que te hace feliz, sea lo que sea. A mí lo que me hace feliz es contar historias. Y a través de ellas comprender el mundo. Y he contado historias que no eran del todo mías, con las traducciones; y he contado historias que explicaban la Historia, con mayúsculas; y he contado también algunas historias que han surgido de mi deseo de contar historias. Aquí están algunas de ellas.