LOS MODLIN eran una familia de artistas americanos que se afincaron en Madrid en los años 70. Margaret era pintora; Elmer, actor de reparto en Hollywood y su hijo Nelson, modelo, actor y locutor de radio. Obsesionados con la fama, murieron con el sueño incumplido de que Margaret fuera reconocida como La mejor pintora del Apocalipsis de todos los tiempos. En junio de 2003, efectos personales y fotografías de su álbum familiar aparecieron arrojados en la calle del Pez de Madrid, en pleno barrio de Malasaña. El autor se encontró por casualidad las fotografías de esta extraña familia. En sus seis años trabajando de basurero nunca vió nada igual, esas fotografías cambiaron su vida.