El movimiento LGTB se enfrenta a su mayor reto en las últimas décadas: su propia supervivencia.Una de las reivindicaciones más antiguas de nuestra civilización atraviesa un momento deci¬sivo. Después de los éxitos logrados en los últimos años, tras el Matrimonio Igualitario y la aprobación de leyes LGTB y Trans en algunas comunidades autónomas, la llegada de la extrema derecha a las instituciones ha cambiado radicalmente el panorama en el que desarrollamos nuestro activismo. La sensación de victoria era solo un espejismo: la homofobia, la transfobia y la bifobia siguen muy presentes a nuestro alrededor. Solo esperaban el momento perfecto para volver a salir a la luz. Y esta vez vienen con la lección aprendida.