Cuando Blasco Ibáñez publicó en 1925 «Por España y contra el rey», ya tenía sobrada experiencia en exilios, cárceles, juicios por calumnias y toda suerte de violencia contra su obra y, a veces, contra su propia vida. Aquí encontramos una serie de artículos que el autor ya había dado a conocer al público francés desde el año anterior. Pero, naturalmente, también escribía para los españoles que algún día leerían su libro. Lamentablemente, Blasco Ibáñez murió en 1928 y no vio el final de la dictadura ni la caída de Alfonso XIII.
«Por España y contra el rey» es una obra con muchos paralelismos con nuestra actualidad, con el tema de los privilegios de clase y de la corrupción como constante. Blasco Ibáñez hace un fiel retrato del prototipo de Borbón: «Pretenden que el rey sea un personaje simpático», señalando así a los periodistas propagandísticos y serviles. Hagan una cosa, vean una de esas viajes películas mudas en las que sale el alegre y campechano Alfonso XIII? ¿Les cae simpático?
Vicente Blasco Ibáñez (Valencia, 1867) es uno de los autores más misteriosos y fascinantes de España, con una trayectoria vital que ha pasado desapercibida para el gran público. Autor de «Los cuatro jinetes del apocalipsis», «Sangre y arena» y «La barraca», entre muchas otras obras, algunas de sus novelas han sido adaptadas para el cine en España y en Estados Unidos. Además de novelista, Blasco Ibáñez fue periodista, diputado, editor, viajero, masón y guionista de Hollywood.
Desde muy joven, Blasco Ibáñez hizo del republicanismo su gran bandera. Ya en la Facultad de Derecho, escribió un soneto en el que difamaba a todos los reyes del mundo y por el que fue acusado de un delito de «lesa majestad». A lo largo de su vida, entró en la cárcel más de treinta veces. En «Por España y contra el rey», documento en el que arremete contra la dictadura de Primo de Rivera y Alfonso XIII, expone las premisas fundamentales de su republicanismo: reivindicación de la libertad, de la igualdad y de la participación ciudadana en la vida política de la nación.