En Autorretrato, Édouard Levé menciona la muerte de un amigo de su adolescencia que a los 25 años se pega un tiro en la cabeza. Suicidio narra, a partir de ese episodio, la vida de ese amigo y todo lo que despierta su muerte, ese mundo perdido y vuelto a encontrar en las esquinas del recuerdo y la obsesión. Pero si bien en un principio el relato va construyendo un retrato vivo de aquel amigo, desde los sentimientos y el pensamiento, pronto resulta imposible no pensar que es Levé el que está hablando de sí mismo y de su posible muerte. Hecho que concreta por sus propios medios días después de entregar el manuscrito de Suicidio a su editor. Sin duda, este es el libro que convierte a Levé en un escritor con todas las letras, un libro destinado a perdurar.