Vida de Ermitaño tiene un estilo experimental, poético y meticuloso; combina humor, fantasía, introspección, aventura y crítica social; trata sobre la imposible soledad de un ermitaño en un tiempo indefinido y en un lugar indeterminado. El hombre frente al mundo, asumiendo sus defectos y sus virtudes: el destino trágico, cómico o heroico de la existencia.
Como un Quijote exiliado, la nobleza de las causas del protagonista y la pureza de su pensamiento chocan con las oscuridades del ser humano social, entresacadas por contraste hasta dejarlas desnudas al aire.