En el cole, durante el recreo, un niño ha llamado ?marichico? a Ione para insultarla porque a ella le gusta el fútbol, los coches y llevar el pelo corto. Con la ayuda de su abuelo, Ione aprende que está bien hacer lo que a ella le gusta, sin importar si es una chica o un chico. Su abuela también rompió con lo que se esperaba de ella cuando era joven y fue bertsolari. Sin embargo, ahora Ione se enfrenta a un importante reto, sus padres quieren que se ponga un vestido para ir a la boda de su tía, algo que Ione detesta. De nuevo, Ione recurre a la complicidad con su abuelo para salir del apuro.