Los discursos de odio siguen vigentes hoy en día. Este texto refleja el calvario vivido por muchas personas LGTB.Este libro recuperará valiosos testimonios de agresión e historias personales de acoso, pone el dedo en la llaga que hay que curar: la protección de la diversidad en la infancia y la adolescencia son la asignatura pendiente del colectivo LGTBI, el campo de batalla en el que luchar para que el acoso escolar y callejero pase cuanto antes al desván de los momentos históricos inútiles y perniciosos. Se lo debemos a las próximas generaciones.
«Mi padre me azotaba sin piedad con el cinturón del uniforme de la legión. Mi padre no tenía piedad».
«No fui consciente de que era afeminado hasta que en el colegio escuché a gritos y entre risas la palabra MARICÓN. Maricón, mariquita, bujarra. Risas, unas risas de desprecio llenas de maldad».