Magnetizado por el skyline de la gran ciudad en el que destacan dos históricos volcanes, un poeta insomne habla como quien desgrana una plegaria. Su voz parecería resonar en un silencio afantasmado. Detrás de la ciudad y antes del cielo es el testimonio de un muy individual spleen, es la voz de un ciudadano que, para encontrarse, debe perderse primero e intentar decirlo todo conforme lo asaltan las palabras.