El poemario propone una lectura de indicios, a base que avanzamos en los poemas entendemos que ha habido un accidente y leemos a la hija que mira a la madre y que mira el frío, el silencio, lo injusto de quedarse con quien no está, pero está y no deja continuar. La vida intentando hacerse paso desde el daño. El poema en murmullo, sin ruidos ni artificios dejando que el blanco señale, que el silencio lo haga. Un poemario que trabaja sobre temas como el duelo, la pérdida del padre, el dolor que nos señala como distintos y nos aparta.
"Hay un punto en la noche en el que corro.
Hay un punto en la noche en el que corro,
Madre.
La madrugada es un estallido
un rugido de hielo.
Caes,
te subo a mi espalda
y no paramos nunca
y no llegamos nunca
sólo trazamos surcos
en sorda huida."