Esta obra es el resultado de una investigación profunda que reúne un centenar de fotografías, de estudio y documentales, sobre la mirada colonialista.
Todas las imágenes corresponden a una época en que una parte de la humanidad, la occidental, violentaba y exhibía a la otra parte, cosificándola, considerándola bárbara o atrasada. El colonialismo y el imperialismo que los europeos y estadounidenses practicaron a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX calificaron de diferentes o salvajes a los dominados, una caracterización que legitimaba la apropiación de sus territorios y la explotación de sus recursos, además de su sometimiento; en definitiva, para los dominadores los pueblos colonizados eran culturas inferiores, destinadas a desaparecer por el avance de la civilización.
Las fotografías que incluye este volumen documentan el proceso de construcción del otro a través de una supuesta objetividad impuesta por los mediadores; una mirada occidental que, como señala el autor, está marcada por una visión supremacista hacia lo que se consideraba exótico, bárbaro, feo, atrasado, pobre y salvaje.